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Las agencias prueben la sostenibilidad y el "greenwashing" de manera simultánea

Las agencias reverencian la sostenibilidad, pero se contradicen con el "greenwashing"

Las agencias viven en una eterna contradicción, pues representan a clientes que están comprometidos con prácticas sostenibles y trabajan simultáneamente para empresas de combustibles fósiles.

Esther Lastra

Escrito por Esther Lastra

A la hora de bregar con la severa crisis climática que flagela actualmente el planeta Tierra, las agencias de publicidad y relaciones públicas viven en una eterna contradicción. Representan a clientes que están comprometidos con prácticas sostenibles y trabajan simultáneamente para empresas de combustibles fósiles. Un reciente estudio de InfluenceMap coloca bajo la lupa el conflicto (de hechuras absolutamente ciclópeas) al que se enfrentan las agencias cuando navegan por las tempestuosas aguas de la sostenibilidad.

El informe, que analiza el impacto financiero de la crisis climática, coloca en la mirilla a las agencias de publicidad y relaciones públicas más importantes en todo el mundo. La conclusión del estudio es que las agencias, aun estando comprometidas a bote pronto con la sostenibilidad, dan fuelle también paradójicamente a la crisis climática prestando sus servicios a clientes adscritos al ramo de los combustibles fósiles que activamente se oponen a arrojarse en los brazos de las energías renovables y entorpecen además cualquier tipo de cambio dirigido a poner freno al cambio climático.

Del estudio de InfluenceMap se infiere que las agencias afrontan un flagrante conflicto de intereses en este asunto en particular, pues sus porfolios procuran cobijo de manera simultánea a empresas de combustibles fósiles y a clientes que trabajan con energías renovables.

La investigación de InfluenceMap analizó los seis grandes «holdings» de publicidad: Dentsu, Havas, IPG, Publicis Groupe, Omnicom y WPP. Y en casi todos los grupos examinados (a excepción de Havas) los denominados clientes «verdes» (aquellas marcas que cumplen con lo prescrito por el Acuerdo de París) constituyen solo una pequeña minoría.

De acuerdo con el análisis, solo el 8% de los clientes de WPP pueden ser calificados de «verdes», mientras que esta cifra escala hasta el 16% en el caso de Dentsu y Havas.

Los clientes «verdes» son solo una pequeña minoría en las grandes grupos publicitarios

Resulta, por otra parte, particularmente delicado que algunos «holdings» presten sus servicios de manera simultánea a clientes que hacen gala de políticas climáticas absolutamente opuestas. Las agencias de la órbita de WPP trabajan, por ejemplo, tanto para Clean Energy Council, que promueve las energías renovables, como para empresas de combustibles fósiles que se oponen de manera activa al uso de energías renovables (como es el caso de las compañías de origen australiano Woodside y Senex).

En tanto en cuanto la publicidad y las relaciones públicas son importantísimas herramientas a la hora de influir en las políticas con el foco puesto en el clima y la percepción pública de la sostenibilidad, InfluenceMap cree que las agencias tienen muchísima responsabilidad en este ámbito de actividad. Y desempeñan, al fin y al cabo, un rol fundamental en la amplificación de mensajes que podrían promover cambios de gran envergadura en la cadena de valor de los combustibles fósiles. Sin embargo, tal y como denuncia InfluenceMap en su informe, las agencias amparan fundamentalmente aquellas narrativas que torpedean deliberadamente las acciones en pro de la protección del clima y demoran la transición hacia una economía baja en carbono.

El informe de InfluenceMap echa en cara los seis grandes grupos de publicidad que las relaciones que forjan con clientes «verdes» y susceptibles de cambiar la manera en que se gestionan los combustibles fósiles son a todas luces deficitarias. Al fin y al cabo, esos clientes son solo una pequeñísima minoría en las agencias, que parecen preferir trabajar con empresas que ponen deliberadamente palos en las ruedas al cambio en las políticas climáticas. Además, las agencias no están poniendo todo de su parte para resolver los conflictos de intereses en los que están involucradas (aun siendo conscientes, al menos de manera parcial, que tales conflictos de intereses efectivamente existen), insiste InfluenceMap.

Si bien algunos de los grandes grupos de la industria publicitaria están desarrollando estrategias para trabajar con clientes que promueven productos sostenibles y bajos en emisiones de carbono, lo cierto es que ninguno de esos clientes se ha provisto de métodos 100% científicos para garantizar que sus productos estén alineados con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados. El informe cita, por ejemplo, el caso de Toyota, que está promoviendo los coches híbridos como estrategia de oposición a los vehículos eléctricos. Según InfluenceMap, las agencias que trabajan para este tipo de clientes podrían estar mermando de manera inadvertida los esfuerzos dirigidos a la protección climática.

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