Papá Noel y Donald Trump, ¿separados al nacer?

Puede no parecerlo a bote pronto, pero el bueno de Papá Noel tiene muchas cosas en común con Donald Trump. Así lo sugiere al menos Posten, el servicio postal de Noruega, en un spot con muchísima retranca.

En el anuncio Santa Claus es retratado como «hombre blanco enfadado» que da rienda suelta a su ira en Twitter. El famoso hombre de rojo porta además en su cabeza una gorra con lema «Make Christmas Great Again» (haciendo un guiño en realidad nada sutil al actual presidente de Estados Unidos).

Pero, ¿por qué se ha convertido el bonachón Papá Noel en un personaje tan insoportablemente cascarrabias? Porque siente que se ha quedado obsoleto por la fenomenal eficiencia de Posten. Por culpa de las entregas ultrarrápidas del servicio postal noruego Santa Claus se siente «demodé» y poco querido y por eso se desfoga en las redes sociales y en la consulta de una elfa psiquiatra.

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Sin embargo, pese a que el Papá Noel de Posten parece casi un clon de Trump, al final del anuncio el espectador asiste a su metamorfosis (para bien). Santa Claus recibe un puñado de cartas de niños (entregadas por una empleada de Posten) y siente que su existencia no es en realidad tan fútil como pensaba.

Rubricado por la agencia Pol, la productora Bacon y el dúo de directores Matias and Mathias, el spot toma el relevo del controvertido anuncio navideño estrenado por Posten el año pasado. En aquel spot el servicio postal noruego se atrevía a sugerir que un cartero podría haber dejado embarazada a la virgen María.

«El año pasado iniciamos una nueva tradición en Posten, aproximándonos al folclore navideño desde extravagantes puntos de vista», explica Monica Solberg, directora de marketing de Posten. «Este año hemos querido bucear en la vida más desconocida de Santa Claus. Todo lo amamos, pero parece que él no nos quiere tanto a nosotros», añade.

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