La estrategia digital: clave para adaptarse al marketing del futuro

En realidad, el futuro del marketing digital no existe: es siempre ayer.

En un escenario en el que las Big Tech (Alphabet, Amazon, Apple, Meta y Microsoft) imponen su vertiginoso ritmo de actualización continuamente condicionado por sus resultados, solamente el hecho de intentar predecir qué sucederá en las próximas semanas no solo es un reto complejo, sino un problema indecidible (básicamente sin solución).

Más allá de premoniciones etéreas, falsos gurús u obviedades manidas, la fórmula mágica del marketing, y por ende, sus claves de futuro, como decíamos, no existen. Y quien diga lo contrario, miente con dos alternativas: a) sabiéndolo y perdiendo su credibilidad, b) ignorándolo y exponiendo su desconocimiento.

En este sentido, resulta cuando menos sorprendente la poquísima exposición de un enorme escollo (de nuevo indecidible), al que se enfrenta el sector del Marketing y tantas empresas españolas que viven de ello (y que según registros del INE se acercan a las ¡50.000!).

Sin ánimo de polemizar sobre el tejido empresarial de nuestro país y todas sus casuísticas; y sin caer en absoluto en la generalización de una comparativa en la que caben recursos y exposiciones al riesgo muy heterogéneas, la gran cuestión que debemos plantearnos es la siguiente: 

¿Cómo podemos las empresas especializadas en Marketing trazar un plan empresarial a largo plazo?

Resulta extremadamente curioso que no nos cueste, como profesionales en la materia, responder a esta pregunta cuando se trata de cualquier otro sector empresarial, independientemente de su nivel de dependencia digital; y sobre todo llama muchísimo la atención que, yendo mucho más allá de la simplificación y el chascarrillo fácil «En casa de herrero, cuchillo de palo», hayamos normalizado por completo el hecho de plantear nuestras estrategias propias en el cortísimo plazo (o corto, siendo muy optimistas).

Como es lógico, nadie del sector sería tan osado de reconocer en público su incapacidad de resolver un reto para el que otros profesionales le pagan – estaría reflejando una incapacidad parcial para hacer su trabajo -, pero hoy hemos venido a jugar: ha llegado el momento de aplicar el modelo Góbalo.

Góbalo es una empresa de marketing digital que aplica un modelo estratégico fundamentado en cinco principios.

1. El principio más elemental: Ser honesto con uno mismo

En este caso en particular: reconocer que sobrevivir en el sector del Marketing pasa por “ir al día”, teniendo las ideas muy claras sobre un modelo de negocio, pero siendo conscientes de que vendrán temporadas no precisamente halagüeñas en las que habrá que apretar los dientes y reaccionar a la realidad más aplastante. 

Este primer paso, aparentemente sencillo pero seguramente el más complejo de aceptar (es la Economía, amigos), abrirá unas puertas bien grandes a todo lo que viene a continuación, continuando por supuesto por el propio mercado.

El marketing digital ha muerto. ¡Larga vida al marketing digital!

Al igual que sucede en la bolsa de valores, resulta muy osado ir en contra de las tendencias de mercado; y en el caso que nos compete los datos objetivos de la tarta publicitaria o marketiniana no pueden ser más evidentes, especialmente tras el vertiginoso impulso post-pandemia. 

El Estudio de Medios Controlados de Infoadex nos confirma lo que no se ve pero todos sentimos: la porción de Digital se acerca ya al 50% del total (47,6 y subiendo), mostrando datos que comparativamente no tienen rival: ningún medio ha recuperado sus niveles pre-pandemia… y digital ha avanzado un +22% desde 2019. 

2. La especialización en marketing digital

Ha resultado un proceso muy natural, que por supuesto no es fruto de la casualidad, y que en este caso sencillamente ha consistido en ir de la mano del propio mercado laboral y sus flujos; obteniendo como resultado una evidente especialización en marketing digital y sus servicios correspondientes.

3. Principal factor diferencial

Llegados a este punto, nos enfrentamos de nuevo a un reto extremadamente complejo, que requiere de muchísimo tiempo, análisis y dosis de realidad: el principio número 3: ¿Qué hacemos bien? ¿En qué somos mejores que el resto?

Y aquí sí que damos en un hueso tan difícil de aceptar por algunos, como real: las principales empresas del sector publicitario (especialmente aquellas consideradas más exitosas, no confundir con referentes o modelos a seguir), fundamentan su modelo de negocio en recurrir de un modo muy notorio a perfiles recién salidos de sus formaciones y/o con muy poca experiencia. Este hecho no sería en absoluto criticable, si no fuese por la enorme diferencia entre complementar equipos con estos perfiles y que tengan un peso mayoritario o único en sus proyectos. 

Anteponerse a esta realidad, que no es muy visible pero sí muy palpable, lleva siendo mucho tiempo una de las principales claves del éxito del modelo Góbalo: la coherencia de la estrategia no es negociable. Por supuesto caben aprendizajes, innovaciones, tests… pero siempre con un propósito firme y común sustentado en un servicio garante de calidad.

4. Un equipo de profesionales en los que confiar

Llegados a este punto, a nadie se le escapará que trazar una estrategia digital coherente y ofrecer un servicio consistente, sólido y de calidad no es viable sin una plantilla en la que confíes plenamente y que esté a la altura de las circunstancias, el cuarto principio. Y cuando los estándares de calidad parten de un notable, estar a la altura no significa limitarse a cumplir; sino sorprender continuamente de forma positiva: seduciendo, sintiendo, mimando… y por ende: conquistando. 

5. Educa y acertarás: alta fidelidad a largo plazo

Afirmar que el conocimiento fideliza no es del todo cierto. Sin embargo, crear espacios seguros con un equipo de trabajo experto en la materia, correctamente coordinado y totalmente transparente, generará sinergias y flujos que convertirán la experiencia y conocimiento en didáctica, e ineluctablemente conformarán un conjunto referente en el sector. 

Por tanto, el principio número 5 está estrechamente relacionado con todos los pasos anteriores: la honestidad en cuanto al modelo de negocio (1), la especialización en tendencia (2), el principal factor diferencial (3) y una plantilla a la altura de las circunstancias (4) no tendrían ningún sentido si no se desarrolla una enorme capacidad didáctica (5), en la que el conocimiento y su innovación constante sean premisas fundamentales del estilo de liderazgo desarrollado, tanto interna como externamente.

Solucionando la incógnita: Entonces, ¿hay o no futuro?

Si llegamos a este punto habiendo pensado, reflexionado, debatido, discutido, aprendido… y gracias a todo este proceso hemos conseguido avanzar en nuestro propio modelo, retomemos la cuestión inicial: 

¿Cómo podemos las empresas especializadas en Marketing trazar un plan empresarial a largo plazo?

Y respondamos con seguridad y confianza, recordándonos a nosotros mismos la suerte y el privilegio que tenemos de formar parte de un sector cuya impredictibilidad amamos y odiamos a partes iguales; en el que hemos aprendido a vivir sobre su volátil alambre; y donde para ser los mejores solo cabe un modelo fundamentado en la sinceridad y en la calidad: las únicas constantes que seguro permanecerán en ese famoso futuro que fue ayer, y que sin duda, seguirán siendo mañana.

Escrito por Víctor Iglesias, Director de Estrategia y Marketing Digital de Góbalo.

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