Esta campaña se apoya en la música para luchar contra la "pornovenganza"

La denominada «pornovenganza» o difusión no consentida de imágenes tomadas en un contexto íntimo acecha lamentablemente como una mala sombra a los más jóvenes. Y con el último objetivo de advertir de los peligros solapados a este fenómeno tristemente tan común, KPN, la principal operadora de telecomunicaciones de Países Bajos, se alió con la agencia Dentsu Creative para alumbrar una hermosa campaña, galardonada ayer con un Grand Prix en la sección Creative Strategy del Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions, en la que la columna vertebral es la música y que se aproxima al fenómeno de la «pornovenganza» de una manera tan poderosa como diferente.

En la campaña de KPN se cambia la perspectiva y no se culpabiliza a la víctima por el hecho de haber cometido la torpeza de compartir fotos íntimas, sino que se hace hincapié en la responsabilidad que tiene el receptor de tales imágenes de no difundirlas. El eje central de la compaña es un videoclip musical bautizado con el nombre de «Piece of Me» que coloca bajo los focos los efectos absolutamente devastadores de la «pornovenganza», que condena a las víctimas a la soledad y la depresión y puede eventualmente conducirlas al suicidio.

«Piece of Me», que destaca por su emotivo «storytelling», hace hincapié en que la «pornovenganza» es un problema que concierne en realidad a toda la sociedad en su conjunto y no merece, por ende, ser ninguneado.

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De acuerdo con un reciente estudio emprendido en Países Bajos, el 15% de los jóvenes de edades comprendidas entre los 13 y los 24 años practicaron el «sexting» en el transcurso de los últimos seis meses. Sin embargo, y si bien el «sexting» es algo completamente normal entre los más jóvenes, más de 33.000 jóvenes fueron víctimas de la difusión no consensuada de imágenes íntimas suyas en ese mismo periodo de tiempo.

Para conectar con la Generación Z, que es el principal target de la campaña, KPN y Denstu Creative se colgaron del brazo de la cantautora neerlandesa MEAU para componer una hermosa canción y alumbrar un videoclip que se hicieron a la postre virales.

La canción se reprodujo casi 10 millones de veces en Spotify y la campaña de la que esta forma parte conectó con más de 37 millones de personas a través de diferentes canales.

Tras su arrollador éxito en Países Bajos, «Piece of Me» se extendió más tarde a otros mercados internacionales para que su importante mensaje llegase a más jóvenes, a más padres y a más políticos.

El éxito de la campaña fue tal que la canción de «Piece of Me» se reproduce actualmente en las aulas de centenares de colegios e institutos en Países Bajos. Además, la campaña aspira asimismo a propiciar cambios en la legislación actualmente vigente en Países Bajos para que la difusión no consentida de imágenes de naturaleza íntima sea considerada en el futuro una ofensa criminal en la nueva ley sobre delitos sexuales que se prepara actualmente en el país noreuropeo.

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